domingo, 28 de octubre de 2007

Tema 3.- "PDVSagro: ¿En qué consiste este planteamiento?"

1.- PDVSagro: ¿En qué consiste este planteamiento?
Lo primero que quiero dejar claro es que en Venezuela nuestro principal recurso es el Recurso Humano. Ahora bien, nuestra principal industria es la petrolera, y es a través de ella que nuestro país ha recibido ingentes recursos, lamentablemente dilapidados. Sin embargo, cuando alguien expresó que hay que sembrar el petróleo, a esa expresión han tratado de darle diferentes interpretaciones y todavía no se ha visto que ello se haga realidad.
Mi planteamiento consiste en que, dado que está demostrado que por muchos años nuestra industria petrolera fue modelo de gerencia y eficiencia (independientemente de muchas otras críticas que se le pueda hacer en su manejo), y que en ella se practicaba y desarrollaba la meritocracia, cierto es que su esquema de crecimiento gerencial a sus trabajadores –al entrar en la industria- se les establecía una hoja de ruta de ascenso y crecimiento que le permitiría llegar a los máximos cargos en la misma medida en que se fueran jubilando los de mayor antigüedad.
Tomando como base el criterio gerencial, de la hoja de ruta, bien vale que gran parte de los recurso de PDVSA se inviertan –inicialmente- en la creación de otra industria que dependerá de unos recursos que sin son renovables (a diferencia del petróleo que no es renovable). Y esa nueva industria sería la agropecuaria, donde la petrolera se encargaría –inicialmente- de desarrollar, establecer los criterios gerenciales de su manejo y desarrollo, y crear la hoja de ruta meritocrática, para que los nuevos trabajadores de ese sector tengan asegurado su futuro laboral.
Encargando a PDVSA que empiece a desarrollar todos los terrenos ociosos que posee el Estado, de acuerdo a la vocación natural que tengan dichos espacios para ser explotados, se generarán los empleos o trabajos necesarios para atender el desarrollo del sector agropecuario. Aquí puede tener cabida la inversión privada en combinación con el Estado (empresa mixta). Cualquier persona que tenga una mínima formación podrá ingresar en esta industria a desempeñarse como obrero, sólo su esfuerzo, su capacitación y desempeño le permitirán ir ascendiendo a los puestos cimeros. Aquellos quienes tengan una formación técnica o técnica superior, ocuparán niveles intermedios en las distintas áreas de la explotación productiva, y quienes tengan formación de nivel universitario de pregrado o postgrado serán quienes conduzcan el desarrollo de la actividad agropecuaria y hasta agroindustrial.
Uno de los grandes problemas que existen del trabajo en el campo, es la precariedad con que se vive. El hombre del campo (se sobreentiende que también la mujer) está expuesto a una serie de condiciones ambientales que lo mantienen en la zozobra de saber si va a tener éxito en su esfuerzo o no. En épocas le va muy bien, pero en otros momentos es el desastre total, con lo que eso significa para él, su familia y sus sueños. Cuántas historias conocemos. Y a la larga, el fin último de todo ese esfuerzo y sacrificio es para obtener un beneficio económico que le brinde un mejor nivel de vida, no es para sobrevivir.
En el campo la responsabilidad y el compromiso es de cada inversionista, ya sea un hacendado que tiene sus trabajadores asalariados, o el conuquero que busca el sustento propio y familiar. Y la desgracia de uno es la de todos.
En cambio, si el Estado, a través de PDVSagro, genera una industria donde todos los que en ella trabajan saben que van a tener un nivel de salario o ingreso, de acuerdo a su capacidad y esfuerzo, en esa medida sienten más estabilidad laboral, familiar y económica. Además de tener en conciencia que en la medida en que vayan cumpliendo con los requisititos de la hoja de ruta, en esa misma medida irán creciendo profesional y personalmente. Los salarios irán acordes con los grados del escalafón creado, y las diferentes escalas que norman la antigüedad.
Muchas personas que viven en la ciudad, en condiciones precarias, podrán ver en este sistema una oportunidad de desarrollarse y tener un mejor nivel de vida.
Pero, esto no es todo, esto es un abreboca. Quienes tengan el más bajo nivel de instrucción saben que entrando en esta empresa les tocará desempeñar lo que se considera un trabajo menor, sea en mantenimiento de limpieza o mandadero; pero, tendrán la oportunidad (y la obligación) de irse formando (educando) para lograr sus ascensos, de acuerdo a lo establecido en su hoja de ruta laboral. Tal vez les tome más tiempo que al que entró con mayor nivel, pero sabe que puede aspirar a su superación laboral y social. Así, con cada nivel de ingreso.
Las fuentes de trabajo que se generarán serán para las múltiples áreas del saber. Podrán trabajar obreros para las áreas del cultivo, del ordeño, del mantenimiento de limpieza, de la construcción, etc.; técnicos de las áreas de informática, de la agricultura, de la ganadería, de la acuicultura, de la administración, etc.; profesionales universitarios de pregrado o postgrado de las áreas de ingeniería, la agronomía, la veterinaria, economistas, administradores, de la informática, la electricidad o electrónica, la cibernética, la ingeniería genética, abogados, contadores, trabajadores sociales, sociólogos, es decir, de la humanística y de la ciencia.
Porque, aparte de atender el desarrollo del campo, también debe existir una institución de investigación y desarrollo equivalente a lo que es Intevep en la industria petrolera. Además de que se debe vincular la obtención de estos recursos, materia prima, con la agroindustria, donde se deben desarrollar los productos finales envasados y conservados para su comercialización y consumo final.
Si alguien llega a pensar que esa es un área que le compete al inversionista privado, de antemano señalé que el mismo puede invertir en esta empresa e involucrarse en los beneficios que en ella se generan. Ya que hemos sido tan celosos de la participación del capital privado en el ramo petrolero, aquí hay una forma indirecta y amplia de involucrarse con los recursos derivados de la explotación petrolera, y con el agregado de que estamos hablando de un recurso renovable, inagotable, y que debe estar orientado a su autosustentación y desarrollo. La industria petrolera tradicional sólo debe dar el capital de arranque y apoyar por un breve lapso este proyecto, hasta que sea autosustentable, fundamentados en una sana administración y una correcta gerencia.
Además de lograr unas nuevas fuentes de trabajo y empleo, donde prevalezca la meritocracia, también se deriva de aquí el autoabastecimiento del país, y si acaso hay excedentes los mismos pueden ser exportados, o se puede planificar un porcentaje para exportación y otro para el consumo interno, en la proporción que un estudio de mercado indique.
En cuanto a la formación del personal deben existir los centros de estudios y de especialización que el sector requiera, al estilo del CIED de la industria petrolera, por donde todos los trabajadores deberán pasar como requisito para su evaluación y su ascenso. Si es necesario tener becarios que vayan a otros países a obtener conocimientos del mejor aprovechamiento de los recursos, eso se hará; si es necesario de que muchos trabajadores tengan que aprender idiomas para ocupar las áreas de comercialización internacional, así se hará. Toda la inversión inicial tiene que estar planificada para que el proyecto sea sostenible y sustentable a partir del quinto año de su instrumentación.

Próximo tema: "Venezuela Turística. ¿Qué pasa con este sector?"
Gracias por leer. Espero sus planteamientos y sugerencias.
Teodoro G. Franco

Tema 2.- “El trabajo hace al hombre libre”.

Quienes conocen algo acerca de nuestro país, a nivel mundial, se preguntan que ¿cómo es posible que una tierra tan maravillosa, donde cayeron todas las bendiciones de Dios, esté tan atrasada, tan subdesarrollada, y envuelta en un marasmo político-social donde no se vislumbre que vaya hacia su superación?
Es un chiste malo, harto conocido, que dice que cuando Dios vio que puso tantas cosas buenas en este territorio venezolano, decidió –para equilibrarlo- poner a los venezolanos. Y con esa creencia hemos ido transitando a través de nuestra historia, considerando que no valemos mayor cosa, analizándonos negativamente al establecer comparación con otros países y sus habitantes.
Pero, si buscamos en el fondo de nuestro razonamiento, y de nuestro corazón, veremos que tenemos un potencial –cada uno- que podría ponernos como país, y como ciudadanos a la cabeza del mundo. Basta ver la cantidad de valores patrios que han destacado en las distintas áreas del conocimiento y de las actividades que ocupan el quehacer cotidiano de la humanidad.
Los ejemplos sobran en los distintos temas, donde la disciplina es un valor alcanzado por los nuestros; y sin querer decir nombres para no herir a quienes uno pueda olvidar señalaré las áreas donde están escritas las figuraciones de los nuestros: el deporte, la ciencia, la filosofía, la tecnología, la economía, las artes (escénicas, plásticas, musicales, danza, etc.), la novelística, la medicina, la arquitectura, la ingeniería, y paremos de contar. Tomando en cuenta sólo la historia reciente. Reforzado este criterio con el valor de muchos jóvenes (mujeres y hombres), que queda comprobado por su captación en el exterior, donde son debidamente considerados y apreciados, y que para nosotros han significado fugas de cerebros y valores.
Y todo este recuento lo hago para puntualizar que no es verdad que nosotros, los venezolanos, somos el error que Dios cometió sobre este territorio. Si bien es cierto que, a través de la historia, hemos cometido muchos errores que nos han traído donde estamos; también es cierto de que nunca es tarde para corregir. Y que tenemos que buscar el cambio para, definitivamente, tomar el rumbo que nos permitirá insertarnos en una dinámica de progreso y prosperidad que otros países tienen, y que nosotros podemos alcanzar.
¿En qué consiste esa dinámica? ¿Y cómo podemos insertarnos en ella? La primera respuesta que puedo dar es aplicando la frase expuesta en el encabezado de esta reflexión: “El trabajo hace al hombre libre”. Si analizamos este pensamiento (que no sé si es original mío), podremos darnos cuenta que a través del sustento que el humano logra -producto del esfuerzo de su trabajo-, le permite acceder a aquellos bienes y servicios que satisfacen sus necesidades o aspiraciones.
Visto este planteamiento simplemente, muchos podrían expresar que con los salarios de hambre que reciben no les alcanza ni para vivir. Y eso es verdad, ante la injusticia que se da por parte de algunos empleadores que buscan su beneficio personal con actitud “inmediatista”. Pero eso es reversible, si se establecen los criterios y normas que permitan que a cada quien se le dé lo que le corresponda, de acuerdo a su esfuerzo o su capacidad.
A continuación voy a enumerar una serie de consideraciones que nos pueden orientar a saber cómo la escasez de trabajo afecta sobre aspectos negativos de nuestra convivencia y, sobre todo, cómo la abundancia incide positivamente en nuestro presente y futuro: Existiendo suficientes fuentes de trabajo no se justifica muchos de los delitos que acogotan a nuestra sociedad, entre ellos el robo y la corrupción, no se justifica la desnutrición, el analfabetismo, la insalubridad, la miseria, el abandono, la infelicidad, etc.
Ahora, ¿por qué no se justifica nada de lo anteriormente enunciado, y otras muchas cosas más?
Porque la gente que trabaja, y gana lo que corresponde a su capacidad y esfuerzo, no tiene necesidad de buscar ilícitamente la forma de cubrir sus carencias materiales.
¿Cómo se logra esto?
Hay varias formas de afrontar la generación de empleos y trabajos, y obtener los beneficios sociales que de ello redundan.
A partir de este punto voy a esbozar, someramente, algunas ideas y criterios que nos ayudarán a ver que sí podemos alcanzar el nivel que algunas sociedades del mundo han alcanzado y que nosotros podemos y lograr, y superar, con creces.
Esta lista o enumeración no es exhaustiva, puede ser ampliada por nosotros mismos en la misma medida que las propuestas presentes nos motiven a imaginar un país mejor, y factible.
Leer el primer tema titulado "PDVSagro: ¿En que consiste este planteamiento?"

Tema 1.- ¿Crees en una Venezuela próspera?

Hola, mi nombre es Teodoro G. Franco, venezolano, mayor de edad (y de este domicilio).


La creación de este blog parte de una inquietud relacionada con la situación actual que atraviesa el país, desde el inicio del nuevo milenio (año 2000) hasta la fecha (año 2007).


Cuando en 1999 nos preparábamos para realizar la entrada al tercer milenio, teníamos las expectativas de que comenzaríamos a transitar un camino de maravillas tecnológicas, de progreso social, y de que todas las cosas que nos postraban como un país atrasado quedarían en el pasado. No hizo falta que pasara mucho tiempo para ver que cada día -más bien- estamos yendo para atrás, regresando a situaciones sólo concebibles en los siglos anteriores, cuando la sociedad todavía estaba haciendo sus ajustes de interrelación y convivencia.


A través de este espacio quiero hacer llegar a ustedes una luz de esperanza, plantearles que si hay una Venezuela posible, próspera, progresista, que se puede insertar en el concierto de naciones que hoy son señaladas como de primer mundo. Sólo aspiro que si comparten mi visión, y me apoyan, establezcan contacto con mi persona a través de mi correo electrónico (teofranco@gmail.com). En este punto pensaba solicitar su apoyo económico; pero por sugerencia de otras personas que me conocen, y que saben de estos planteamientos y mis inquietudes me sugirieron que no solicitara apoyo económico por este medio, porque la gente lo puede tomar a mal. Como han de saber que para poder difundir estos planteamientos más allá de la web, de manera impresa, eso tiene un costo, sólo me queda esperar que si hay personas dispuestas a apoyar estas ideas (realizables), que me contacten a través de mi correo electrónico y así poder establecer un vínculo que nos permita conocernos, y que no piensen que quien escribe estas líneas es un interesado en hacerse de un dinero con fines personales o un estafador. Así que siguiendo el consejo de mis amistades dejo al criterio de cada quien para que me brinden el apoyo necesario para que estas ideas se difundan.



Para invitaciones que permitan hacer la presentación y ampliación de estas ideas y propuestas, contactarme a través del correo electrónico (e-mail): teofranco@gmail.com



Aunque a algunos les pueda parecer desfazado (o de momento no apropiado) el lanzamiento de una candidatura, he visto que -frente a todos los males que está sufriendo el país y sus pobladores actualmente- es hora de presentar una alternativa de país posible y realizable, que hay que darle una respuestas a aquellas personas que ven al actual Presidente como el único capaz de tomar a las personas de menos recursos en cuenta, y que creen que no hay otro. Pues, a esas personas les digo que siendo alguien que también viene de abajo, es posible llevar este país adelante sin pretensiones de eternizarse en el poder, y zanjar el camino que nos enrumbe hacia un futuro progresista donde las personas logren lo que aspiran en la vida a través del estudio y el trabajo.


Soy un militante partidista, pero este lanzamiento de Mycandidatura lo estoy haciendo por cuenta propia y extrapartido. Si las personas con quienes comparto mi militancia me apoyan mucho mejor, pero si no lo hacen igual sigo con mis planteamientos, porque estos son para todos los venezolanos y quienes no los son pero residen aquí. Mi visión es amplia, y tengo en mente muchas personas (valores venezolanos) a quienes contactaré para que me apoyen en esta visión y propuesta posible.


Agradeciendo de antemano el apoyo que me brinden, estoy a la espera de recibir la retroalimentación de lo aquí se plantea.


Con aprecio hacia mis pares venezolanos y de otras naciones.

De ustedes: Teodoro G. Franco