domingo, 28 de octubre de 2007

Tema 2.- “El trabajo hace al hombre libre”.

Quienes conocen algo acerca de nuestro país, a nivel mundial, se preguntan que ¿cómo es posible que una tierra tan maravillosa, donde cayeron todas las bendiciones de Dios, esté tan atrasada, tan subdesarrollada, y envuelta en un marasmo político-social donde no se vislumbre que vaya hacia su superación?
Es un chiste malo, harto conocido, que dice que cuando Dios vio que puso tantas cosas buenas en este territorio venezolano, decidió –para equilibrarlo- poner a los venezolanos. Y con esa creencia hemos ido transitando a través de nuestra historia, considerando que no valemos mayor cosa, analizándonos negativamente al establecer comparación con otros países y sus habitantes.
Pero, si buscamos en el fondo de nuestro razonamiento, y de nuestro corazón, veremos que tenemos un potencial –cada uno- que podría ponernos como país, y como ciudadanos a la cabeza del mundo. Basta ver la cantidad de valores patrios que han destacado en las distintas áreas del conocimiento y de las actividades que ocupan el quehacer cotidiano de la humanidad.
Los ejemplos sobran en los distintos temas, donde la disciplina es un valor alcanzado por los nuestros; y sin querer decir nombres para no herir a quienes uno pueda olvidar señalaré las áreas donde están escritas las figuraciones de los nuestros: el deporte, la ciencia, la filosofía, la tecnología, la economía, las artes (escénicas, plásticas, musicales, danza, etc.), la novelística, la medicina, la arquitectura, la ingeniería, y paremos de contar. Tomando en cuenta sólo la historia reciente. Reforzado este criterio con el valor de muchos jóvenes (mujeres y hombres), que queda comprobado por su captación en el exterior, donde son debidamente considerados y apreciados, y que para nosotros han significado fugas de cerebros y valores.
Y todo este recuento lo hago para puntualizar que no es verdad que nosotros, los venezolanos, somos el error que Dios cometió sobre este territorio. Si bien es cierto que, a través de la historia, hemos cometido muchos errores que nos han traído donde estamos; también es cierto de que nunca es tarde para corregir. Y que tenemos que buscar el cambio para, definitivamente, tomar el rumbo que nos permitirá insertarnos en una dinámica de progreso y prosperidad que otros países tienen, y que nosotros podemos alcanzar.
¿En qué consiste esa dinámica? ¿Y cómo podemos insertarnos en ella? La primera respuesta que puedo dar es aplicando la frase expuesta en el encabezado de esta reflexión: “El trabajo hace al hombre libre”. Si analizamos este pensamiento (que no sé si es original mío), podremos darnos cuenta que a través del sustento que el humano logra -producto del esfuerzo de su trabajo-, le permite acceder a aquellos bienes y servicios que satisfacen sus necesidades o aspiraciones.
Visto este planteamiento simplemente, muchos podrían expresar que con los salarios de hambre que reciben no les alcanza ni para vivir. Y eso es verdad, ante la injusticia que se da por parte de algunos empleadores que buscan su beneficio personal con actitud “inmediatista”. Pero eso es reversible, si se establecen los criterios y normas que permitan que a cada quien se le dé lo que le corresponda, de acuerdo a su esfuerzo o su capacidad.
A continuación voy a enumerar una serie de consideraciones que nos pueden orientar a saber cómo la escasez de trabajo afecta sobre aspectos negativos de nuestra convivencia y, sobre todo, cómo la abundancia incide positivamente en nuestro presente y futuro: Existiendo suficientes fuentes de trabajo no se justifica muchos de los delitos que acogotan a nuestra sociedad, entre ellos el robo y la corrupción, no se justifica la desnutrición, el analfabetismo, la insalubridad, la miseria, el abandono, la infelicidad, etc.
Ahora, ¿por qué no se justifica nada de lo anteriormente enunciado, y otras muchas cosas más?
Porque la gente que trabaja, y gana lo que corresponde a su capacidad y esfuerzo, no tiene necesidad de buscar ilícitamente la forma de cubrir sus carencias materiales.
¿Cómo se logra esto?
Hay varias formas de afrontar la generación de empleos y trabajos, y obtener los beneficios sociales que de ello redundan.
A partir de este punto voy a esbozar, someramente, algunas ideas y criterios que nos ayudarán a ver que sí podemos alcanzar el nivel que algunas sociedades del mundo han alcanzado y que nosotros podemos y lograr, y superar, con creces.
Esta lista o enumeración no es exhaustiva, puede ser ampliada por nosotros mismos en la misma medida que las propuestas presentes nos motiven a imaginar un país mejor, y factible.
Leer el primer tema titulado "PDVSagro: ¿En que consiste este planteamiento?"

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