miércoles, 7 de noviembre de 2007

Tema 6.- "Federalismo activo. ¿Quién brinda los servicios que necesitan las poblaciones?"

En cuanto a los servicios que el Estado tiene la obligación de brindar: la salud, la educación, la seguridad, la vialidad, el transporte, etc., se debe hacer la inversión necesaria pero con criterio federal. En la misma medida en que las regiones y localidades reciban los recursos y atiendan esos servicios, en esa misma medida disminuirá la presión hacia el gobierno nacional demandando el cumplimiento de ellos.
Una verdadera descentralización y un Estado realmente federal, permite que cada provincia y cada localidad vayan orientando su destino dentro de un armónico desarrollo de nación. En la misma medida que cada estado o provincia vaya brindando mejores servicios a sus ciudadanos en esa misma medida progresará esa región y su gente, y ello conllevará a que afluyan más inversiones y más personas que quieran vivir en esos lugares. Se establecería una sana competencia donde cada estado (provincia), o localidad municipal, quiera ser la mejor del país para brindarle prosperidad a sus ciudadanos.
Otro aspecto a considerar es el de la “Parroquialización”. Este planteamiento consiste en establecer los principales poderes dentro de las parroquias. Actualmente existe un Ejecutivo, que estaría representado por el Jefe Civil de la Parroquia; el Legislativo Parroquial estaría conformado por las existentes Juntas Parroquiales; y el Judicial estaría constituido por el actual Juez de Paz. Todos estos cargos serían de elección popular y dichos organismos estarían conformados por los integrantes que sean necesarios. Ello no eliminaría la participación de los parroquianos en cuanto a las decisiones que se tomen en las comunidades, sino más bien esas autoridades electas serían los gestores para que las autoridades locales (municipales) o regionales (estados) cumplan con las necesidades de los parroquianos.
Cuando se habla que dentro de la organización social más cercana al ciudadano es el municipio, esto deja de ser cierto si la organización administrativa se lleva a las parroquias. Lo primero que se busca es el contacto inmediato del ciudadano con sus autoridades, luego se busca darle a los parroquianos un sentido de pertenencia, y de tercero se busca una mejor organización social.
Los beneficios que operarían -en función de los ciudadanos- este tipo de organización, tienen que ver con la seguridad, el deporte, las actividades culturales, la recreación, el ornato, el alumbrado público, el aseo, la vialidad, y posiblemente otros aspectos relacionados con la convivencia.
Primero voy a justificar algunos aspectos de los beneficios posibles, antes de hablar de la seguridad (que dejaré de último):
En cuanto al deporte, se podrían fomentar en las parroquias la práctica de las múltiples disciplinas deportivas y establecer competencias entre las diferentes urbanizaciones o barriadas que integran ese sector. Con la proyección –luego- de hacer unos juegos interparroquiales, para alcanzar la figuración de atletas o equipos, o elaborar selecciones, que enfrenten otros municipios, aspirando a representar la localidad municipal para futuros juegos nacionales entre los estados. De esa manera se irán formando los ídolos deportivos que tendrán arraigo donde se dio su origen, en las parroquias, siendo estos ciudadanos modelos y modeladores.
Hay que crear centros deportivos en cada parroquia, con campos de béisbol, fútbol, piscinas, canchas de usos múltiples, tenis, frontón, juegos de mesa (ajedrez, go, dominó, bridge, scrabble, backgammon, etc.), airjockey, ping-pong o tenis de mesa, pool o billar, con sus promotores, entrenadores u orientadores con la finalidad de formar equipos o clubes de juegos dispuestos a competir nacional o internacionalmente.
Las actividades culturales pueden desarrollarse a partir de tradiciones del sector, que sirvan para el fomento de las interrelaciones de los parroquianos, con visión de representar a su parroquia, su municipio o estado. Ello les brinda la oportunidad de desarrollar actividades dentro de su sector, involucrándose jóvenes y adultos, y además evita los problemas de traslado cuando todas estas actividades se ejecutan en el sector. Aparte del criterio de distracción está el de la formación ciudadana, con sentido de pertenencia.
La recreación viene dada por hacer uso de los espacios públicos, plazas, canchas deportivas (cada parroquia debería tener unas piscinas, para competir y recrearse), salones de juegos de mesa ubicados en los espacios donde tenga sede la Jefatura Civil, o la Junta Parroquial, donde también se puedan proyectar películas, dictar cursos, etc.
El ornato es una forma de hacer agradable el ambiente donde se vive, más vistoso, más cuidado. Ello ayudaría a generar fuentes de trabajo para el mantenimiento, se buscaría la contribución de los comercios establecidos en el sector. Grupos de trabajadores (de la parroquia) que trabajarían conservando las plantas en buenas condiciones fitosanitarias, contando con el equipo necesario para desarrollar su labor, pintando las paredes y conservándolas en buen estado, evitando las pintas que las afeen, pero aceptando las pintas de murales artísticos que le permita a quienes tienen vocación artística expresar su arte y compartirlo con sus vecinos. Incluiríamos en este punto la limpieza de las calles, la recolección de basura y el cuido de que no se arrojen o hayan desperdicios en la calle. Así como –también- se podrían encargar del alumbrado público, de manera que todas las calles estén mejor iluminadas por las noches, contribuyendo esto con la seguridad del sector. La vialidad es otro aspecto a considerar pero ello le correspondería –principalmente- a la municipalidad.
En cuanto a la seguridad hay algo básico en este planteamiento de la “Parroquialización”, hay que establecer el empadronamiento de los parroquianos. Y esto consiste en que la Jefatura Civil se encargará de tener identificado cada integrante de familia de los que viven en la parroquia, con conocimiento de los nombres, las edades, la profesión o estudios, el lugar de trabajo o estudio, la vivienda, y cualquier otro dato que sirva conocer para la participación en la vida comunitaria. Las autoridades parroquiales deben saber cuántos son en su parroquia y quienes son, así como deben controlar quienes se mudan fuera de su sector o quienes vienen a vivir en el sector, contando con las autorizaciones previas. Todos esos movimientos migratorios deben estar registrados. De esa manera se podrá saber de la ubicación de aquellas personas que tienen mala conducta, o que tienen alguna falta con la ley o autoridades. Las autoridades parroquiales serán los fieles guardianes de la normativa de convivencia ciudadana que establezca la autoridad municipal o del estado. Tendrán también control sanitario sobre las mascotas que tengan o no tengan dueños.
Próximo tema: Enunciado de otras propuestas.

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